La filosofía o metodología Lean se basa en la mejora continua como un pilar fundamental, lo que requiere un cambio de actitud en toda la organización para que esta mejora constante forme parte de su espíritu.
La metodología Kaizen y sus 10 puntos de actitud orientan a la organización hacia esta mentalidad, que se resume en el deseo de buscar constantemente formas de hacer las cosas mejor.
En el post de hoy, seguimos avanzando en un nuevo punto y cómo puede aplicarse a la Seguridad y Salud.
Punto 6
“Encontrar las ideas en la dificultad”
“¡Cuánto menos problemas tengamos mejor” “Puf! Otra vez auditoría del sistema de gestión con sus correspondientes no conformidades” “Me está costando la misma vida encontrar entre tanto papel cuáles son los requisitos de la nueva normativa de prevención”
Un accidente, una avería, una no conformidad, o incluso una crisis mundial… nos puede poner en tensión, pero también nos puede alertar de las deficiencias, por ejemplo, de nuestros sistemas de gestión y sus procesos. Igualmente, más de uno habrá oído hablar del entorno VUCA, es decir, esos entornos Volátiles (Volatile), Inciertos (Uncertain), Complejos (Complex) y Ambiguos (Ambiguous), al que muchas organizaciones nos debemos enfrentar y que también nos han generado más de un dolor de cabeza por no saber cómo enfrentarlos.
La práctica de este sexto punto nos anima a ver las dificultades y problemas como oportunidades de mejora que nos pueden ayudar dar el impulso para avanzar y escalar, en lugar de retrasarnos.
“A menudo las dificultades preparan a la gente ordinaria para un destino extraordinario.”
C.S.Lewis
Consejos para su aplicación en seguridad y salud:
- Ser resilientes. Debemos establecer mecanismos para hacer a nuestra organización más resiliente, con objeto de garantizar su adaptación y recuperación rápida ante situaciones adversas, y salir reforzados de las mismas. Un mecanismo aplicable es el término “Jidoka” (automatización con un toque humano), cuyo objetivo es formar equipos y trabajadores con la capacidad de detectar a tiempo situaciones anómalas con capacidad de detener el trabajo inmediatamente para implementar contramedidas.
- Buscar y proponer desafíos en momentos de “calma”. Quizás el entorno en el que nos encontremos no sea VUCA, pero eso no quiere decir que tengamos que esperar a que nos lleguen los golpes para mejorar. Podemos ser nosotros mismos quienes busquemos retos y desafíos para sacar a relucir el potencial y la creatividad de nuestros equipos con objeto de seguir mejorando nuestros estándares de seguridad y salud. ¿No te gustaría estar en el Top 10 de las empresas más seguras y saludables de tu territorio? Si es así, toma el reto.
- Adaptarse a las nuevas tendencias. Cambiar no es sencillo. Pero si somos conscientes de que nuestro sistema gestión no es eficaz, está obsoleto, o incluso, estamos perdiendo oportunidades de negocio por ser los últimos de la cola en seguridad, es hora de cambiar. Hoy día podemos encontrar muchísimas herramientas, tecnologías y metodologías innovadoras que pueden ayudarnos a mejorar en prevención. Quizás sea momento de dejar de hacer las evaluaciones en Excel y pasarnos a un software de gestión preventiva.
- Ver el lado positivo en lo negativo. Un accidente o una sanción de la inspección son situaciones indeseadas, que por desgracia a veces suceden, y de las cuales podemos quedarnos únicamente con un mal sabor y unos cuantos miles de euros menos en el bolsillo. Levantemos la cabeza y aprovechemos la oportunidad de establecer mecanismos de búsqueda y extracción de aprendizajes, cuando sucedan los problemas. Y compartamos los mismos con la organización para concienciar y estar preparados para prevenir situaciones similares en el futuro.
- Considerar las auditorías como oportunidades de mejora. Debemos empezar a dejar de temblar al escuchar la palabra “auditoría” y en su lugar darles la bienvenida. Sean internas o externas, las auditorías, más allá de ser un mecanismo de detección de desviaciones que atender, son una fuente de oportunidades de mejora, en la que apoyarnos para mejorar nuestro sistema de gestión de prevención.
Si quieres saber más sobre cómo aplicar estos consejos y qué metodologías y/o herramientas pueden ayudarte a emprender el camino de la mejora continua, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Publicaciones anteriores sobre los 10 puntos de la Metodología Kaizen
1.- Abandonar las ideas fijas, rechazar el estado actual de las cosas
2.- En lugar de explicar lo que no se puede hacer, reflexionar cómo hacerlo!
3.- Realizar inmediatamente las buenas propuestas de mejora