¿Realmente los procedimientos son la clave de la seguridad?
En muchas organizaciones, cuando ocurre un incidente, la conclusión habitual es que los trabajadores “no siguieron el procedimiento”. La respuesta inmediata es reforzar la disciplina, aplicar sanciones y recordar la importancia de cumplir con las reglas. Pero ¿realmente es esta la solución?
Un enfoque más moderno de la seguridad que nos presentan Marcin Nazaruk y Baker Hughes en un interesante artículo, nos invita a mirar más allá del simple cumplimiento y preguntarnos por qué las personas no siguen los procedimientos. ¿Es porque quieren hacer daño o simplemente están tratando de hacer su trabajo de la mejor manera posible dentro de las limitaciones del entorno?
Las verdaderas razones detrás del incumplimiento de los procedimientos
Un estudio en la industria del petróleo y gas encuestó a 400 operadores y encontró seis razones principales por las que no seguían los procedimientos:
📌 Experiencia y habilidades (72%): Prefieren confiar en su conocimiento práctico en lugar de seguir un documento.
📌 Procedimientos desactualizados (45%): No reflejan la realidad operativa.
📌 Imposibilidad de cumplirlos (62%): Si se siguen al pie de la letra, el trabajo no se puede completar a tiempo.
📌 Ineficiencia (48%): No describen la mejor forma de hacer la tarea.
📌 Dificultad de uso (48%): La información es confusa o difícil de encontrar.
📌 Accesibilidad (50%): No es fácil localizar el procedimiento cuando se necesita.
Estos datos nos muestran que el incumplimiento no ocurre por negligencia o mala intención, sino porque los procedimientos no siempre están diseñados para la realidad del trabajo.
El dilema de la realidad operativa: cuando seguir las reglas no es viable
Un claro ejemplo de esta brecha es el caso de un conductor de camión que llega a una planta industrial y se encuentra con que la entrada está bloqueada por maquinaria pesada. Un ingeniero le indica que ingrese por la salida, pero esto iría en contra del reglamento de tráfico interno.
El conductor enfrenta un dilema:
🔹 Si sigue la regla, retrasa la operación y genera costos adicionales.
🔹 Si desobedece la regla para cumplir con el trabajo, puede haber consecuencias si ocurre un incidente.
Desde la perspectiva tradicional, si algo sale mal, el análisis concluirá que “el conductor no siguió el procedimiento”. Pero ¿es realmente su culpa o el sistema de trabajo lo obligó a tomar esa decisión?
La seguridad no debe basarse solo en imponer el cumplimiento, sino en entender la variabilidad del trabajo real y gestionarla.
Cómo mejorar la gestión de los procedimientos
Para cerrar la brecha entre la seguridad en papel y la seguridad en la realidad, las organizaciones deben adoptar un enfoque más estratégico:
✅ Escuchar y analizar las desviaciones: En lugar de castigar el incumplimiento, investigarlo para entender por qué ocurre y qué cambios pueden mejorar la seguridad.
✅ Mejorar la usabilidad de los procedimientos: Preguntarse si los documentos son fáciles de encontrar, entender y aplicar en el momento en que se necesitan.
✅ Elegir el formato adecuado: No siempre es necesario un procedimiento extenso. Checklists, esquemas visuales o videos pueden ser herramientas más eficaces en muchos casos.
✅ Integrar procedimientos en la formación y competencias: No basta con que los documentos existan, los trabajadores deben ser entrenados en cómo aplicarlos correctamente en su contexto de trabajo.
✅ Diseñar procedimientos con la participación de los trabajadores: La mejor forma de asegurar que un procedimiento sea efectivo es involucrar a quienes lo ejecutan en su desarrollo.
Conclusión: La seguridad no es solo seguir reglas, es tomar buenas decisiones
Las reglas son importantes, pero no pueden anticipar cada situación en un entorno dinámico. La seguridad no se logra con más disciplina, sino con sistemas de trabajo diseñados para adaptarse a la realidad operativa.
Las empresas deben pasar del enfoque de “hacer cumplir” al de aprender de la variabilidad. Solo así podrán crear entornos donde la seguridad sea una consecuencia natural de un trabajo bien diseñado y no solo de una lista de normas.