Una vez que tenemos clara nuestra misión, visión y valores, ya tenemos la primera pieza sobre la que vamos a sustentar nuestra estrategia preventiva.
La estrategia preventiva es el elemento que ayudará a nuestra organización a conseguir la visión que hemos definido en base a nuestros valores en materia preventiva.
Gracias a la misma, nos podremos focalizar en las acciones a desarrollar, así como a dimensionar los medios de los que disponemos.
A la hora de definirla, deberemos tener en cuenta que la misma deberá ser:
- Descriptiva, especificando las acciones a desarrollar y las personas responsables de llevarlas a cabo.
- Temporal, ya que debe tener un espacio temporal determinado (un año, dos, tres…) en base a las acciones definidas.
- Medible. Deberán establecerse unos objetivos y metas a cumplir, que nos permitan realizar el seguimiento de las acciones desarrolladas. Disponer de un cuadro de mando adecuado nos ayudará en este aspecto.
- Personalizada. Las organizaciones son distintas y cambian, por lo que la estrategia preventiva debe ser adaptada a cada organización y el momento en que se encuentra.
Asimismo, la estrategia debe indicar claramente las personas o áreas responsables de llevar a buen puerto las acciones a desarrollar.
Pero ¿cómo empezamos a desarrollar dicha estrategia preventiva? Un buen comienzo es analizar nuestro punto de partida (¿dónde estamos?) con objeto de ver a dónde vamos. El análisis conlleva una comprensión de la organización, su contexto y entorno, así como los factores que condicionan (tanto internos como externos).
Conocer estas cuestiones juega un papel fundamental en el desempeño presente (misión) y futuro (visión) de nuestra organización.
Existen distintos métodos que nos permiten realizar un análisis de nuestra organización:
- Método DAFO (FODA o SWOT), que permite analizar cómo afectan tanto los factores internos (Debilidades y Fortalezas), como los externos (Amenazas y Oportunidades).
- Método PESTEL, que permite analizar, tanto a nivel interno como externo, el entorno Político, Económico, Social, Tecnológico, Ecológico y Legal.
- Diagnóstico en cultura preventiva, que permita evaluar nuestro punto de situación en cultura preventiva.
En función de los datos que extraigamos de dicho diagnóstico, nuestra estrategia preventiva podrá enfocarse de distintas maneras:
- Estrategia ofensiva. Potenciar y explotar las oportunidades detectadas.
- Estrategia defensiva. Evaluar riesgos y mantener fortalezas existentes.
- Estrategia reorientación. Decidir y corregir las debilidades detectadas en el sistema.
- Estrategia resistencia. Conocer tus limitaciones y actuar ante amenazas.
Realizar un análisis adecuado nos permitirá establecer unos objetivos claros en materia preventiva.
Si te surgen dudas en el proceso de evolución de la cultura preventiva en seguridad y salud, no dudes en contactar con nosotros.
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