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ICT Ibérica es una empresa con matriz italiana que cuenta en España con planta industrial en el Burgo de Ebro, Zaragoza. La firma, que comercializa sus productos bajo la marca FOXY, se dedica a la producción de papel higiénico, rollos de papel para la cocina y otros productos de papel tisú.
Actualmente ICT cuenta con una de las instalaciones más eficientes y modernas de papel tisú del Sur de Europa, con líneas de transformación y un almacén completamente automatizado.
A nivel preventivo, ICT siempre ha apostado por una fuerte cultura de seguridad que utiliza la innovación y la creatividad en la resolución de sus distintas acciones.
¿En qué consiste?
Consiste en trabajar en una zona de la planta, en la que cada semana sacamos una fotografía de algo sencillo relacionado con un riesgo en particular (en este caso riesgos de corte y golpe) y lo trabajamos conjuntamente entre los encargados.
Una vez que se le da una solución colocamos en un tablón de anuncios la fotografía del antes y la del después. De esta manera los trabajadores pueden ver la evolución de la acción. Como resultado, los accidentes derivados de cortes y golpes ya se han reducido en un 34% con respecto al año pasado.
Objetivo
Nuestro objetivo siempre tiene que ser eliminar los accidentes de carácter grave o mortal. Nosotros trabajamos en una empresa papelera y existen riesgos que tenemos controlados. Ahora bien, una vez está todo controlado se producen unos accidentes secundarios con menor nivel de riesgo. No obstante, también presentan un mayor absentismo. Nos referimos a las actividades que son cortes y/o golpes que nos pueden generar las bajas de corta duración. Reducir este tipo de afectaciones es el objetivo de nuestra buena práctica.
El nacimiento de la idea
Esta propuesta surge a través del análisis que hacemos anualmente sobre todos los accidentes e incidentes que tenemos en planta. Nos dimos cuenta que había un 34% de esos accidentes que se derivan los citados de golpes y cortes. Por eso focalizamos los proyectos en estas tareas. Lo que hicimos fue hablarlo con el Comité de Dirección de Área y empezamos a trabajar con los encargados, cuya función es canalizar el proyecto hacia los trabajadores. Ellos son los que tienen la responsabilidad final tanto de detectar como de ejecutar, porque ellos van con nosotros haciendo las fotografías.
Puesta en marcha
El primer paso fue tener el visto bueno de la dirección. A partir de ahí empezamos a hablar con los jefes de línea. Les explicamos el proyecto, incidiendo en que tenía que ir focalizado. Se trataba de algo muy sencillo que a ellos no les supusiera ni un esfuerzo adicional en su labor ni una pérdida de tiempo. El objetivo es que esta práctica forme parte del proceso productivo y que no suponga esfuerzo al trabajador.
A partir de ahí los jefes de línea empezaron a darse cuenta de que podía ser factible. A los trabajadores llegamos a través de pequeños equipos de trabajo. Primero se reunieron con su jefe de línea, algo que hacen todas las semanas. Lo que hicimos fue ir con ellos, que nos acompañasen a la hora de hacer las fotos donde se muestran los cortes y los golpes. Ahí pudieron ver la necesidad verdadera de esta propuesta preventiva. Lo que hicieron luego en compañía del jefe de línea fue buscar soluciones y ejecutarlas.
Se trata de pequeñas acciones que puedan ayudar a cumplir el objetivo y que hagan que los trabajadores entiendan que es parte de su trabajo. Además están solucionando algo de seguridad no solo para ellos sino también para sus compañeros. Y el hecho de colgarlo en un tablón público obliga en cierta manera a continuar con ello.
De esta forma la gente no solo lo ve sino que se siente orgullosa de lo que ha hecho porque gracias a una pequeña acción se está eliminando un riesgo. Los trabajadores están contentos porque ven valorado su esfuerzo.
Barreras en la puesta en marcha
La primera es la que nos encontramos todos los técnicos de prevención: una foto se entiende como una acusación. Cuando un técnico va con una cámara parece que lo que hace es ver lo que hace mal la gente para poder acusarles de algo. Eso es lo que más vimos al principio y sobre lo que más tuvimos que trabajar, sobre todo con los operarios. Hubo que explicarles que realmente la foto era algo para ellos no para acusar ni para decir que algo estaba mal sino al contrario. La verdad es que al principio costó pero luego es cierto que la cosa ha evolucionado bastante.
También se ha tenido que trabajar la desconfianza por parte de los jefes de línea. Cuando se habla de prevención se está añadiendo algo más a las mochilas de los encargados, es algo que pasa en todas las empresas. Por lo general les cuesta digerirlo. Pero como hemos dicho, no pretendemos sacar a la gente de su puesto de trabajo ni penalizar la producción. Lo que las personas van a hacer simplemente es estar informados y ayudar a ello.
Estas dos barreras fueron las más complicadas. Pero pasadas las semanas y viendo que la buena práctica no suponía ningún esfuerzo extra, la cosa mejoró mucho.
Resultados
Hemos conseguido eliminar los cortes en la zona. Por lo que se refiere a los golpes, quedan como algo residual: un 7%. Hay que pensar que estamos en una planta productiva y que hay cosas que son bastante difíciles de eliminar al 100%. A pesar de eso, estamos muy satisfechos con los resultados conseguidos.
La clave del proyecto
La clave del proyecto, que sobre todo veo en la aplicación de lo que son los jefes de línea y los trabajadores, es la motivación. A los encargados les ha gustado e interesado porque es algo peculiar. Al final estamos pasando de utilizar un equipo de protección individual a un equipo de protección colectiva porque gracias a este tipo de trabajo estamos eliminando los cortes y los golpes. También estamos mejorando las condiciones para que no tengan que llevar dichos equipos, y eso es muy interesante.
Fotografía de portada: Kai Pilger:
Escucha “Buena práctica “Campaña fotografías riesgo-mejora” de ICT Foxy” en Spreaker.
