Las múltiples caras del liderazgo

Aquellos que me conocen bien saben que una de las pasiones de mi vida es la formación en todas sus variantes: tanto en el rol de docente como en el rol de alumno. Durante este año hemos tenido la oportunidad de participar distintos profesionales del área de consultoría de PrevenControl como Sonia Cienfuegos, Joan Bacardí y un servidor en el Máster de Dirección estratégica en bienestar organizacional. Esa colaboración nos ha permitido conocer a gente maravillosa, tanto a nivel de profesorado como de alumnado y participar en charlas creativas como la que he tenido recientemente con Miguel Ángel Diaz de la mano de la gran Carmen Soler Pagán sobre liderazgo en un apasionante webinar titulado ‘Las múltiples caras del liderazgo’ de la cual os resumimos las principales ideas en este artículo:

Liderazgo dentro de las organizaciones

• Las organizaciones necesitan de líderes como un medio para satisfacer las necesidades de las personas que forman parte de las mismas. Saber qué es lo que las personas quieren y necesitan es básico para afianzar a un liderazgo efectivo. Un líder debe tener en cuenta las necesidades de las personas y trabajar por y para ellas. Como líderes debemos fomentar la comunicación de las necesidades en materia de Seguridad y Salud Laboral.
• El liderazgo en Seguridad y Salud debe empezar por los mandos, si bien no debe quedarse ahí. Debe ir bajando poco a poco de forma que cale a todos los niveles y que se convierta en un liderazgo transformacional y resonante. Un buen líder es el que genera líderes y en Seguridad y Salud este punto es indispensable. Todos debemos ser líderes en Seguridad y Salud.
• Hoy en día, muchas organizaciones están enfocadas en un liderazgo donde importa más lo que se consigue que cómo se consigue, sustentado en la base de Maquiavelo de que el fin justifica los medios. Pero este enfoque es equivocado. Debemos orientarnos a conseguir mejorar las condiciones de seguridad, salud y bienestar de las personas y los resultados acabarán apareciendo. Haz las cosas bien y los resultados te acompañarán.
• Un buen medidor del liderazgo dentro de las organizaciones es el grado de implicación (engagement) de las personas. Un liderazgo efectivo generará personas implicadas y un liderazgo deficiente hará que las personas no colaboren. Es fundamental implicar a las personas.

Te ayudamos a realizar un diagnóstico del liderazgo en Cultura de Seguridad y Salud en tu organización. Descubre cómo realizar el siguiente paso.

La situación actual de incertidumbre derivada de la COVID-19 ha puesto de manifiesto:

• Una mayor necesidad de líderes dentro de las organizaciones. Han surgido nuevas necesidades (por ejemplo, el teletrabajo) que han puesto de manifiesto, más que nunca, la necesidad de personas en las organizaciones con mentalidad abierta y que satisfagan las necesidades actuales.
• Por dicho motivo, los líderes actuales han tenido que reinventarse y dotarse de una serie de habilidades de las que no disponían muchos de ellos: empatía, negociación, mejora del lenguaje… son ejemplos de habilidades que los nuevos líderes en Seguridad y Salud han tenido que desarrollar.
• La aparición de nuevos líderes naturales que han dado el paso adelante y han asumido el reto.

Características de un buen líder

• Muchas veces pensamos que un buen trabajador será un buen líder. Pero esto no es así, ya que muchas veces ocurre que un buen trabajador acaba no siendo un buen líder. Por dicho motivo, es necesario dotar de las habilidades necesarias a los líderes de nuestras organizaciones.
• Debe liderar con el ejemplo, de forma que sea referente para todas las personas de la organización. Este punto es fundamental no sólo por lo que decimos, sino por lo que hacemos y cómo lo hacemos. En este punto es fundamental la coherencia. Un líder no puede ser incongruente.
• Debe garantizar una comunicación efectiva en materia de Seguridad y Salud. Es indispensable establecer mecanismos para una retroalimentación adecuada y sincera.
• Un buen líder tiene en cuenta la opinión de las personas y fomenta la participación a todos los niveles.
• El trato justo es indispensable. Fomentar y premiar aquellas acciones que son acordes con los valores preventivos de la organización y dejar claro los límites (líneas rojas) son puntos clave para un liderazgo efectivo que genere una cultura preventiva eficaz dentro de la organización.
• Debe tener una alta adaptabilidad, indispensable en este nuevo entorno.
• Debe pararse el tiempo necesario para conocer su puesto de trabajo y su rol dentro de la organización, así como las acciones que se esperan de él. No sólo las tareas técnicas (gestionar, mejorar la rentabilidad…) sino también las tareas humanas, con objeto de obtener la mejor versión de las personas de nuestro entorno y que disfruten de su trabajo. Debemos garantizar que las personas en nuestra organización se desarrollen y se mantengan motivadas.
• Nunca se deben infravalorar las inquietudes del equipo aunque pensemos que no son importantes. Un ejemplo claro en Seguridad y Salud son las propuestas de mejora. Si alguien de nuestra organización hace propuestas, debemos ponerlas en valor y dar la retroalimentación necesaria.
• Por último, un buen líder debe generar líderes en la organización.
• El liderazgo en Seguridad y Salud debe contagiarse, extenderse y expandirse.

Fotografía de portada de KOBU Agency