Una de las enseñanzas que nos ha traído la pandemia está relacionada con el teletrabajo como alternativa o en combinación con el trabajo presencial. Hemos visto que para llevar a cabo su implantación adecuada y exitosa es necesario contemplar el uso de nuevas tecnologías (TIC), nuevos modelos de organización, políticas de desconexión digital y nuevos estilos de liderazgo. Si la organización no consigue adaptarse a estas variables la probabilidad de que el teletrabajo acabe fracasando es muy alta, y este es uno de los motivos por el cual se está volviendo al trabajo presencial y a datos de implantación similares a los anteriores a la pandemia.
Además, la COVID-19 ha “estresado” las estrategias de comunicación organizacional, mostrando sus deficiencias. Hemos visto como en situaciones complejas la información no fluía a la velocidad necesaria, bien porque los canales de comunicación no estaban definidos o no eran adecuados, o porque las personas no estaban preparadas para una estrategia de comunicación digital y para la hiperconexión.
También nos ha dado indicios respecto a las necesidades en materia de liderazgo. Los líderes necesitan estar en aprendizaje continuo para adquirir la capacidad de adaptación a estos entornos complejos y afianzar habilidades de comunicación, facilitación y gestión de conflictos en situaciones de incertidumbre. En estos entornos las relaciones interpersonales se ven afectadas, debido a la escasa información para afrontar el día a día. Además, la toma de decisiones por parte de los líderes puede impactar especialmente debido al estado emocional de las personas. Trabajar en remoto es una variable más a añadir en estos casos al ejercicio del liderazgo.
Por otra parte, la pandemia ha puesto sobre la mesa que, para gestionar adecuadamente los riesgos psicosociales, la organización necesita tener datos actualizados del bienestar psicosocial de los trabajadores y de los factores de riesgo asociados. En un entorno cambiante la recolección de información debe ser frecuente y estar integrada con la parte operativa, de manera que nos permita establecer las relaciones existentes con el trabajo del día a día.
Además, se ha hecho evidente la necesidad de desarrollar las habilidades personales en gestión del estrés. De manera general, las personas carecen de herramientas suficientes para afrontar situaciones complejas como la acontecida. Tanto si se tuvo que adoptar la modalidad de teletrabajo como la modalidad presencial, las personas han vivido en un entorno de incertidumbre, sin saber hacia dónde dirigir los esfuerzos o cómo combatir el día a día en una situación nunca antes vivida.
Si quieres conocer más sobre estos aprendizajes y sobre la gestión de los factores psicosociales en el nuevo contexto actual, te invitamos a la Jornada que coorganizan Foment del Treball y Prevencontrol, en la que se presentará la guía “Gestión de los factores de riesgo psicosocial relacionados con la etapa post COVID-19”, redactada por PrevenControl y editada por Foment del Treball, con el apoyo del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya. En la jornada, conoceremos un buen número de buenas prácticas en gestión del riesgo psicosocial por parte de organizaciones de distintas tipologías: TITSA, MERCK, ARCHROMA.
Información e inscripciones: https://prevencontrol.com/eventos/gestion-de-los-factores-de-riegos-psicosocial-relacionados-con-la-etapa-post-covid-19/
