La Responsabilidad Social viene definida en la Guía ISO 26000 como la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que, entre otros aspectos, tome en consideración las expectativas de sus grupos de interés.
Por tanto, un principio básico de la Responsabilidad Social es la gestión de los grupos de interés (también llamados stakeholders o partes interesadas). Se considera que una organización es socialmente responsable cuando responde satisfactoriamente a las expectativas que sobre su funcionamiento tienen los distintos grupos de interés.
¿Qué se entiende por grupo de interés?
Existen varias definiciones relativas al concepto de grupos de interés, pero todas tienen en común el tratarse de personas o grupos de personas que tienen interés en cualquier decisión o actividad de la organización.
No existe una lista genérica de grupos de interés ya que éstos dependerán del tipo de organización, actividad, ubicación, etc., pudiendo además estos grupos de interés variar en el tiempo. Así, corresponde a cada organización identificar y priorizar a sus grupos de interés en función, entre otros, de:
- Si se trata de grupos de interés internos (equipo humano, accionistas, socios, etc.) o grupos de interés externos (comunidad, proveedores, administración pública, clientes, etc.).
- El grado de influencia, dependencia e impacto del grupo de interés hacia la organización y de ésta hacia el grupo de interés.
¿Qué proceso debe seguirse?
El proceso para llevar a cabo una gestión efectiva de los grupos de interés puede resumirse en los siguientes puntos:
1. Identificar a los grupos de interés.
2. Priorizar los grupos de interés identificados en base a su criticidad.
3. Desarrollar y formalizar los procesos de relación más adecuados para cada uno de ellos.
4. Realizar un análisis de materialidad para:
- Conocer los asuntos relevantes para cada grupo de interés y para la organización, pudiendo de esta manera identificar que asuntos son críticos o de alta relevancia (aquellos que son relevantes tanto para la organización como para el grupo de interés), cúales son de importancia interna (aquellos que son relevantes para la organización pero no para el grupo de interés), cúales son de importancia externa (aquellos que son relevantes para el grupo de interés pero no para la organización) y cúales son considerados de baja relevancia (aquellos que ni son relevantes para el grupo de interés ni para la organización).
- Conocer la percepción, tanto del grupo de interés como de la organización, de cómo se está dando respuesta a cada uno de ellos.
Este análisis es recomendable que quede recogido gráficamente para una mejor comprensión:
5. Elaboración de un plan de acción para la mejora.
6. Establecimiento de indicadores de seguimiento.
¿Existe algún estándar?
El estándar de mayor reconocimiento a nivel internacional para la gestión de los grupos de interés es el estándar AA1000SES de AccountAbility, actualmente en fase final de revisión, que proporciona orientaciones, entre otros, sobre:
- La forma de establecer el compromiso necesario con los grupos de interés y cómo asegurar que la gestión de los grupos de interés está plenamente integrada en la estrategia y las operaciones de la organización.
- La forma de desarrollar un plan de acción de relación con los grupos de interés.
- El seguimiento y la evaluación sistemática de la calidad global del proceso de relación con los grupos de interés.
¿Qué beneficios aporta?
Los principales beneficios de una correcta gestión de los grupos de interés son principalmente:
- Una mejor gestión del riesgo e incremento de la reputación.
- El desarrollo de nuevos procesos, productos y servicios a partir de la información recopilada en el proceso de relación establecido con cada uno de ellos, favoreciendo, por tanto, la innovación.
- La mejora del nivel de comprensión del contexto social, económico y ambiental actual y futuro, que puede ayudar a la identificación de nuevos mercados.