Según un estudio publicado en 2013 por la revista Journal of Occupational and Environmental Medicine (JOEM), publicación oficial del Colegio Americano de Medicina Ocupacional y Ambiental (ACOEM), las empresas que se esfuerzan por construir una cultura de la salud integrando la prevención en la gestión empresarial aportan un mayor valor para sus inversores.
Se estudió la evolución bursátil de las 29 empresas que, desde 1996, habían recibido el Premio ACOEM que reconoce anualmente a las empresas más seguras y saludables de Norteamérica y se hizo el seguimiento de una inversión teórica inicial de 10,000 $ desde mediados de la década de 1990 hasta 2012, comprobando que todas estas empresas premiadas superaron el S&P 500*. Además, se crearon cuatro escenarios de inversión, mediante una combinación de simulaciones y rendimientos pasados, para crear carteras de inversores de comparación y de nuevo las empresas premiadas superaron al mercado en cada uno de los cuatro escenarios, a pesar de que el margen de rentabilidad varió. En el escenario de mayor rendimiento, las empresas premiadas habían tenido una rentabilidad anualizada del 5,23% frente al -0,06% para el S&P 500. En el escenario de más bajo rendimiento, las empresas premiadas tuvieron una rentabilidad anualizada de 6.03% frente a 2.92% para el S&P 500.
“Nuestros resultados apoyan firmemente la opinión de que concentrarse en la salud y la seguridad de la fuerza de trabajo es un buen negocio”, dijeron los autores del estudio y añaden: “Aunque la correlación no es lo mismo que causalidad, los resultados sugieren de forma consistente y significativa que las empresas que se orientan a la salud y la seguridad de sus trabajadores están dando un mayor valor para sus inversores”.

Actualmente se tiende a analizar el valor de negocio que representa el esfuerzo inversor y organizativo en prevención no tanto con el enfoque tradicional basado en análisis coste-beneficio, sino mediante un planteamiento más orientado a poner sobre el tapete el valor estratégico de la prevención a medio y largo plazo, tomando en consideración todos los activos, tanto tangibles como intangibles, del esfuerzo preventivo mediante un enfoque de cuadro de mando.
Desde este punto de vista, hoy en día existen suficientes evidencias científicas que avalan las repercusiones positivas de las políticas de salud y seguridad en la mejora de la productividad, la calidad y el clima laboral de las empresas. Numerosos estudios demuestran que la mejora de la cultura preventiva produce efectos positivos sobre la satisfacción en el trabajo y el compromiso, la motivación y la implicación de los trabajadores.
Fuente: Guía sobre cultura preventiva y buenas prácticas que elaboramos para Foment del Treball