El órgano directivo del Fórum PRL de Foment de Treball, analizó en 2021 los retos a los que se debían enfrentar los profesionales de seguridad y salud, y las habilidades clave para afrontarlos. Derivado de ello, se observó una gran oportunidad de mejora en el desarrollo de competencias y habilidades en el profesional de seguridad y salud.
En el siguiente enlace puedes descargar la guía elaborada por Foment de Treball, que habla de los retos y futuro del profesional de HSE.
La mayor parte de los profesionales en seguridad y salud disponen de un alto conocimiento técnico y normativo debido, en gran parte, a la polivalencia de la profesión, pero, ¿se puede decir lo mismo de las competencias que acompañan los aspectos relacionales de los profesionales de seguridad y salud?
Las organizaciones, hoy más que nunca, son entornos cambiantes y es por ello por lo que el líder debe saber ser flexible y adaptarse al igual que lo hace la organización y, por tanto, las personas que forman parte de ella. En este escenario, la comunicación, la resiliencia y la influencia son, entre otras, competencias relevantes y fundamentales para trabajar la cultura preventiva, pasando del plano técnico y tradicional al plano del factor humano, donde confluyen las personas y el contexto organizacional.
Debido a todo lo anterior, se ha desarrollado una herramienta de evaluación de competencias, que nace con el objetivo de realizar un autodiagnóstico de las competencias y establecer un plan de acción para la mejora.
Todo líder de seguridad y salud debe plantearse dos reflexiones:
- ¿Me considero líder de seguridad?
- ¿Me consideran líder de seguridad?
Se ha trabajado con 6 competencias, tres transversales y 3 específicas para el ejercicio del liderazgo de seguridad y salud.
Comunicación: se contempla, desde este punto de vista, como la capacidad de interaccionar con otras personas, lo que comprende, tanto la expresión como el entendimiento mediante el lenguaje verbal, no verbal y escrito, a la hora de transmitir los mensajes de seguridad y salud, de manera comprensible, y con un vocabulario adaptado al receptor, siempre confirmando que ha sido entendido.
Empatía: darnos cuenta de lo que sienten los demás sin necesidad de que nos lo digan, gracias a la detección de señales tanto en el comportamiento, como en la expresión emocional, la escucha activa, comprendiendo las necesidades y sentimientos de otras personas. La escucha activa, el entendimiento y comprensión son claves.
Resiliencia: está compuesta por un conjunto de aspectos complejos pero fundamentales para afrontar el día a día. Gestión emocional, afrontamiento de situaciones complejas y cómo encontrar soluciones a problemas del día a día, aceptando que puede haber diferentes aspectos que se quedan fuera del propio control. La resiliencia supone el aprendizaje y crecimiento continuo a través de la experiencia de una vida activa y cambiante.
Influencia: podríamos hablar de “generadores de emociones”. Digamos que tiene la capacidad de despertar ciertas emociones, como el entusiasmo y aceptación de nuevos retos, entre otras, con el objetivo de que sean otras personas las proactivas no solo en el cumplimiento de la seguridad y salud, sino también siendo altavoces para su difusión.
Negociación: no solo está dirigida a la habilidad para crear un ambiente propicio para la colaboración y lograr compromisos duraderos que fortalezcan una relación, sino que además, se hace necesaria la capacidad para dirigir o controlar una discusión,
comunicándose de manera asertiva para el logro de los objetivos.
Liderazgo: resumidamente hablaríamos de la integración de las competencias comentadas anteriormente, pero además, yendo un paso más allá en el área relacional con las personas, el líder de seguridad y salud, no solo moviliza la energía de los demás, ni tienen visión de futuro, sino que se acerca de manera sincera a las personas, proporcionando soporte no solo técnico, sino también emocional, de manera sentida y sincera.
Una vez cumplimentadas las 18 preguntas que ofrece la herramienta, se proporciona un plan de acción que ayude al usuario a reflexionar acerca del ejercicio del liderazgo en seguridad y salud que lleva a cabo en su día a día.
Así, el ejercicio del liderazgo de seguridad y salud no se reduce a una simple ejecución de competencias, sino que irá evolucionando como evoluciona la organización, sabiendo y teniendo en cuenta 3 aspectos clave:
- El liderazgo comienza haciendo consciente quién es uno mismo dentro de la organización
- El papel del técnico y profesional de seguridad y salud es clave en la evolución de la cultura de seguridad y salud.
- Se hace imprescindible la ruptura de creencias limitantes que acompañan el ejercicio del liderazgo en seguridad y salud, así como las propias barreras que obstaculizan la evolución de la cultura.