Estamos en un entorno cambiante donde adaptarse de forma ágil y adecuada a las nuevas necesidades que surgen dentro de las organizaciones resulta imprescindible. Con este contexto, la diligencia en la detección de esas necesidades es fundamental y, por tanto, hoy más que nunca, es indispensable disponer de una estrategia apropiada que esté sustentada sobre sistemas de medición mediante indicadores eficaces que permitan, de forma continua, dinámica y sistemática, analizar y evaluar lo que estamos realizando, con objeto de garantizar que no nos desviamos de nuestro objetivo previsto: mejorar la cultura preventiva de la organización, poniendo el foco en el bienestar de las personas.
No debemos olvidar que el objetivo de los indicadores, sean del tipo que sean, es facilitar que la gestión de las organizaciones sea eficaz y eficiente, garantizando una mejora continua y un seguimiento adecuado del desempeño en todos los niveles de la organización.
El campo de la seguridad y salud no es ajeno a esta necesidad, por lo que es clave disponer de indicadores estratégicos que nos permitan tomar decisiones adecuadas antes de que se produzcan los daños a los trabajadores.
No obstante, esto no quiere decir que nuestros indicadores deban estar únicamente centrados en los indicadores clásicos, indicadores de tipo reactivo que analizan los eventos ya ocurridos (número de accidentes, índices de frecuencia y gravedad…). La realidad actual demanda implementar otro tipo de índices que sean previos a los eventos o sucesos acaecidos. Indicadores proactivos que permitan analizar de forma adecuada nuestra gestión cultural en materia preventiva y adoptar medidas eficaces para gestionar los riesgos en el origen.
Adicionalmente, cada vez disponemos de más información en materia preventiva a la que podemos acceder de forma rápida y directa. Los sistemas de gestión actuales nos permiten obtener una gran información que debemos analizar y usar con objeto de cumplir nuestro objetivo. Disponer de ese sistema de indicadores proactivos útiles nos ayudará en este punto. Los indicadores proactivos reflejan los procesos, las actividades y las intervenciones en curso que no solo controlan los riesgos existentes y una gestión adecuada sobre los mismos, sino que además buscan reconocer, crear, aprovechar y evaluar las oportunidades de mejora continua.
Asimismo, disponer de indicadores proactivos adecuados facilitará el diseño de cuadros de mando con información que aporte valor a todos los niveles de la organización, en base del público objetivo al que vaya dirigido.
Para analizar el papel actual y futuro de los indicadores en materia preventiva se llevó a cabo una sesión de trabajo con responsables de prevención de grandes compañías de España en la que se reflexionó sobre los indicadores de seguridad y salud que se gestionan dentro de las organizaciones y aquellos tipos de índices que nos permitan seguir mejorando.
Y hoy os facilitamos un dossier que se ha elaborado de la mano de la patronal Foment del Treball y que es un resumen de los distintos puntos de vista y conclusiones tratadas en dicha sesión de trabajo.