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Entre los proyectos que estamos desarrollado en este ámbito, uno que nos parece especialmente interesante es el que estamos llevando a cabo dentro de una empresa del sector de calderería pesada. Pero ¿qué caracteriza a este proyecto para que sea una de nuestras referencias? La principal peculiaridad radica en que no se inició como un cambio cultural, sino como un proyecto de mejora en ergonomía y seguridad. La evolución positiva del proyecto, junto con una apertura en la visión del cliente ha llevado a emprender este objetivo mucho más ambicioso. Además, se ha conseguido dibujar la conexión entre distintos elementos del sistema y sus efectos en seguridad y salud, como la influencia de la estructura organizacional y la comunicación entre departamentos en la incidencia en los trastornos musculoesqueléticos.
Por otra parte, a lo largo del tiempo, y fruto de la metodología de trabajo, se ha conseguido una relación de colaboración muy especial. Se ha conseguido un clima de confianza mutua que, entre otras cosas, nos permite percibir de primera mano los cambios que se producen a distintos niveles de la organización y detectar dónde están las necesidades y las mayores oportunidades de mejora.
Objetivo inicial y fases del proyecto
La primera fase, que tuvo una duración de dos años, se centró en la mejora desde el punto de vista ergonómico, con acciones como evaluaciones y análisis ergonómicos de puestos de trabajo, formaciones específicas en ergonomía, dotación de elementos de protección y útiles para la mejora de los puestos de trabajo, desarrollo de check list de diseño ergonómico, etc.
En la segunda etapa, que se prolongó durante un año, a la perspectiva ergonómica que se estaba trabajando se sumó la seguridad. Esto se tradujo en una revisión de todos los procesos de fabricación desde el punto de vista de la seguridad y la ergonomía y la integración de criterios de ergonomía y seguridad en los departamentos de Ingeniería e I+D.
Durante estas dos primeras fases los resultados estaban siendo muy satisfactorios. Sin embargo, durante su desarrollo se iban descubriendo una serie de claves o insights que daban pistas de que el problema era mucho más profundo, y que las mejorías que se estaban experimentando a medio plazo alcanzarían su techo. Nos dimos cuenta de que se había estado trabajando en las consecuencias, y con buenos resultados, pero que para seguir mejorando había que empezar a trabajar en las causas: Comunicación ineficiente entre departamentos, gestión del conocimiento inexistente (fuga de conocimiento), enfoque reactivo, falta de integración de la seguridad como valor dentro de la organización… En definitiva, la causa era una Cultura de Seguridad y Salud poco evolucionada.
Con esta nueva visión mucho más global del problema, se decide redefinir el enfoque, siempre en colaboración con el cliente, y se plantea el inicio de un programa de cambio cultural HOP.
Equipo de aprendizaje operacional
Una de las características de este proyecto es que desde su inicio cuenta con un equipo de trabajo, formado por representantes de distintos departamentos, trabajadores y PrevenControl como asesores/facilitadores. Este equipo trabaja de manera activa en la detección de oportunidades de mejora, búsqueda de soluciones e implementación de las mismas y ha sido clave, tanto para la consecución de resultados, como para esta ampliación en los objetivos del proyecto.
Enfoque HOP
El enfoque HOP nos llevó a trabajar en 4 ejes de implantación: Liderazgo, formación, comunicación y operativa. Estos ejes debían ser trabajados en paralelo, para hacer crecer el sistema de una manera equilibrada.
Si quieres saber los detalles del enfoque HOP a este caso,
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