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GSK (GlaxoSmithKline) es una compañía multinacional líder mundial en investigación farmacéutica y en el cuidado de la salud. Su actividad se centra en la investigación y desarrollo de una amplia gama de productos innovadores, en tres áreas principales: Productos Farmacéuticos, Vacunas y Consumer Healthcare (cuidado de la salud).
Actúa comercialmente en más de 150 países alrededor del mundo, con una red de 84 plantas de producción en 36 países, y grandes centros de I+D en el Reino Unido, España, Estados Unidos, Bélgica y China.
GSK España tiene 1.901 empleados, distribuidos entre la sede central, que se encuentra en el Parque Tecnológico de Madrid en Tres Cantos, así como su campus de investigación y dos centros de producción en Aranda de Duero (Burgos) y Alcalá de Henares (Madrid).
La misión de GSK es la protección de las personas: tanto de los pacientes que utilizan sus productos, como de sus empleados. Dentro de este marco, el objetivo prioritario de la compañía a nivel de seguridad y salud laboral es el mantener cero accidentes de forma sostenible en todas sus plantas.
En el centro de producción de GSK en Aranda de Duero se tenía alguna preocupación en materia de seguridad en la planta: problemas con la segregación de peatones y carretillas en producción, la escasa distancia existente para los dos tipos de maniobra, y las posibles negligencias o despistes representaban un problema en los cruces.
El departamento de ingeniería de GSK de forma conjunta con una consultora externa, se puso manos a la obra para configurar una solución customizada y personalizada para solventar todas las deficiencias: Un sistema de control de tráfico (TCS).
Se trata de un sistema de control de tráfico integral, que no tiene una dependencia de baterías y dispositivos móviles, y funciona de forma totalmente pasiva, es decir, no requiere de atención humana. Este sistema proporciona soluciones a los principales puntos de preocupación de GSK:
- La segregación física de los peatones y de las carretillas.
- Un bloqueo de maniobra de los diferentes portillos que obstaculizan la zona de paso de los peatones.
- Alertas a los diferentes carretilleros para evitar puntos ciegos.
Después del éxito experimentado en la zona de producción con el TCS, la empresa ha instalado el sistema de control de tráfico en el almacén, donde la densidad en carretillas y en tráfico peatonal era totalmente distinta.
El sistema funciona mediante la colocación de dispositivos que detectan la presencia de carretillas a su vez equipadas con otros activadores. También incluye semáforos, señalización, portillos de seguridad y barandillas para segregar peatones.
Durante la primera fase, en la implementación de TCS en la zona de producción, se daba la particularidad de que los pasillos eran muy estrechos, lo que dificultaba una adecuada separación entre el paso de peatones y de las carretillas elevadoras. Sin embargo, en esta segunda fase ocurre que en el almacén hay un mayor número de carretillas, sumado al hecho de que hay más espacio libre, por lo que éstas transitan a mayor velocidad. Si además añadimos el hecho de que hay pocos peatones, y que los operadores de las carretillas trabajan con un menor grado de alerta, estamos hablando de un lugar con mayor riesgo de accidentes.
El objetivo de la fase era segregar adecuadamente el tráfico de peatones y de carretillas. Para esto se requería una combinación entre tecnología para una adecuada señalización y detectores, así como puertas que garantizaran la seguridad de los operarios, al impedir su paso a zonas en estado de riesgo. Fue así que se instaló la solución TCS, que permitió cumplir con éxito los objetivos de esta fase, permitiendo un trabajo más eficiente y seguro para los operarios del almacén de GSK.
Como se observa en el video, la solución incluye detectores que identifican la presencia de una carretilla en la zona. Los dispositivos de señalización –dos semáforos- alertan a cualquier peatón de la presencia cercana de una carretilla. Pero la gran novedad de la solución radica en las puertas: éstas se cierran automáticamente ante la presencia de la carretilla, evitando que cualquier operario entre a pie en la zona. Cuando la zona está libre de carretillas, éstas se abren nuevamente, permitiendo el normal paso de cualquier peatón con o sin carros.
Las puertas, además, cuentan con la ventaja de funcionar en base a un sistema de apertura y cierre motorizado, siendo de gran utilidad para operarios con sus manos ocupadas, ya sea conduciendo una carretilla, o transportando un carro caminando. Además la obvia seguridad que brinda a los peatones, ayuda a los conductores de carretillas a trabajar con mayor tranquilidad y eficiencia, con la seguridad de que no va a haber peatones en sus zonas de tránsito. Incluso puede “olvidar” la preocupación en cruces de poca visibilidad.
También se puede observar que los semáforos señalizan en verde o en rojo de acuerdo a la situación, brindando seguridad extra a todos los implicados.
GSK ha dado un nuevo paso hacia facilitar la mayor seguridad a sus operarios con el sistema de alerta de peatones y control de tráfico expuesto.