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1.Aprovecha el formato on-line
Creemos que es la primera pregunta que deberíamos hacernos. ¿Podemos adaptar la formación para hacerla en formato eLearning o en remoto (videoconferencia)? Si tienes dudas sobre la versatilidad de la formación eLearning, te recomendamos leer este artículo con los prejuicios erróneos sobre este tipo de formato.
Si por el contrario prefieres realizar sesiones formativas en remoto, te dejamos con un webinar que impartimos al respecto. Hay todo un mundo de posibilidades en formación en remoto, y disponemos de las herramientas (plataformas) y de las estrategias necesarias para que funcionen igual o mejor que una formación presencial.
Si en nuestro ADN la seguridad es lo primero, la formación on-line bien planteada, nos va a ofrecer el formato más seguro posible, ya que vamos a evitar contactos innecesarios, además de ofrecer a las personas mayor comodidad de horarios y organización.
2.Planifica la formación
En muchas ocasiones, se organizan sesiones de formación para varios grupos y muchas veces, no se tienen en cuenta algunas variables, como las siguientes:
- Ten en cuenta los tiempos de desinfección y ventilación. Especialmente cuando haya acciones formativas que requieran una práctica y sobre todo, si se planifica formar a varios grupos en un mismo día y lugar.
- Ten un plan B. Es posible que mañana quedes confinado/a y por ese motivo, es interesante disponer de opciones que te permitan impartir la acción formativa. Un ejemplo puede ser el del aula virtual. Si quieres profundizar más, pincha aquí.
- Controla las actividades prácticas. A nosotros nos gusta la acción, pero ahora mismo, no es posible. Un ejemplo serían las dinámicas de alta participación, donde se trabaja en equipo, se fomenta la actividad continuada en un espacio, etc.; piensa en otras dinámicas que no conlleven tanto contacto. Se puede generar participación con el uso del smartphone, por ejemplo.
3.Reduce el aforo
Limita el número de personas por grupo. Es una cuestión de seguridad. Necesitamos conseguir grupos pequeños. El motivo no es otro que limitar los contactos (imagínate que hay un positivo, no es lo mismo que haya contacto con 5 personas que con 30); para nosotros un número ideal de referencia es el 10.
4.Adaptación de espacios
- Elimina todo lo innecesario. Cuántos más elementos, más limpieza y más tiempo necesitaremos. Un ejemplo podrían ser las sillas de un aula. Si no se necesitan, mejor guardarlas, además estamos limitando el número de personas que van a poder sentarse.
- Señaliza la ubicación de las personas. Cuánto más fácil se lo pongamos, mejor, para evitar sorpresas. Aunque estén sentados, hay que indicar dónde pueden (y dónde no).
- Habilita un kit de limpieza y desinfección. Algo sencillo, con lo que limpiar las superficies de forma ágil. El contenido mínimo que recomendamos es un desinfectante de superficies, un rollo de papel de limpieza (que es desechable y evitaremos contaminaciones cruzadas) y gel hidroalcohólico para las manos (cuando se acaba la limpieza).
5.Aplica las medidas de seguridad de tu organización
Este consejo es simplemente seguir las recomendaciones de seguridad que apliquen en tu organización, como puedan ser por ejemplo:
- Informar a todas las personas de cómo deben actuar en la formación (incluidos formadores y alumnos).
- La desinfección de manos antes y después de la formación.
- Mantener la distancia física entre personas.
- Que todas las personas usen su mascarilla de protección.
¿Qué te ha parecido? Estos 5 consejos para adaptar la formación presencial a la nueva normalidad pueden parecer “básicos” pero cuidado, porque a veces se obvian muchos de los pasos; la relajación es el primer paso para entrar en una situación de riesgo. La seguridad no es negociable.
Si estás interesado en adaptar tus formaciones presenciales (o no) a la nueva realidad, te recomendamos que veas nuestro portfolio de soluciones dónde te mostramos nuevas opciones para seguir fomentando el aprendizaje en tu organización. O si quieres saber más, contacta con nosotros.